Los restos de la Abadía se encuentran cerca de Chiusdino, entre Siena y Massa Marittima: la Abadía albergaba uno de los monasterios toscanos más importantes. Galgano Guidotti, después de tomar el hábito cisterciense, hizo construir una capilla en el monte Siepi, donde eligió morir como ermitaño. Posteriormente, los monjes cistercienses construyeron un oratorio y un edificio en honor al monje, que luego se convirtió en santo. Hoy la Abadía es considerada una de las obras más importantes de la arquitectura gótica-cisterciense en Italia.