En el corazón de la Tuscia de Viterbo se encuentra Sant’Angelo di Roccalvecce, conocido como «El país de los cuentos de hadas». Es un pequeño pueblo abandonado que ha vuelto a la vida desde 2017 gracias a una asociación que con murales e instalaciones ha coloreado las paredes del pueblo con dibujos dedicados al mundo de los cuentos y leyendas.